martes, 8 de diciembre de 2009


sobre tus mesas que nunca preguntan lloré un domingo el primer desengaño.


1 comentario:

Anónimo dijo...

En tu mezcla milagrosa
de sabihondos y suicidas
yo aprendí filosofía
dados, timba y la poesía
cruel, de no pensar mas en mí.


NUNCA ES TARDE PARA AMAR
(L)