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a mi me gusta mucho viajar, el que me conoce lo sabe.
me gusta viajar en colectivo, en tren, en subte, en bicicleta, en auto y hasta en barcos y aviones.
no hace mucho tiempo que descubrí mi afición al paseo, lo extraño es que me gusta hacer viajes largos, cuanto más largos son los viajes más a gusto me siento.
el único problema que presenta la cuestión es el regreso. odio la vuelta.
hay gente que es lo que más le gusta de ir a algún lado, salir y al regresar ver como todo vuelve progresivamente a la normalidad. las mismas esquinas, las mismas casas, los semáforos sincronizados.
reflexionando un poco acerca de esto y con mis profundas ganas de irme a la mierda que siento constantemente pude razonar que en realidad a mi lo que me gusta no es viajar, sino alejarme, ver como todo va quedando atrás.
hablando con vos hace un tiempo me dijiste algo referente al tema que me quedó rebotando adentro hasta el día de hoy. lo recordás? sabés de que te hablo? bueno, por si no te acordás te lo recuerdo. me dijiste: martín, no te reprimas desde tan jóven, a veces es necesario dejar salir esa bestia irracional que actúa por impulsos sin un gramo de conciencia. no olvides que nosotros (refiriendote a los seres humanos) también somos animales.
esta ciudad no hace más que reirse y burlarse en mi cara todo el tiempo destruyendo lo poco que queda de mí, quizás algun día tome valor y algun dinero y me marche para nunca más volver. es probable que llegado ese momento descubra la felicidad y el verdadero amor...